martes, 26 de mayo de 2009

OTRAS HISTORIAS CAPILARES

Al hilo de la entrada anterior os voy a contar otras maneras diferentes de afrontar el problema capilar y las desventuras que ello conlleva.
La segunda opción es la que ha mencionado Rostam: hacerse con la típica maquinilla de cortar el pelo y pasarla por la cabellera.
Claro que te puede pasar como a mi compañero. Justo antes de la fiesta del pasado domingo decide acicalarse para estar más "atractivo". Lo que pasó es que la maquinilla dejó de funcionar a la mitad de la cabeza. Parece historia de Mr. Bean, pero es cierta. Teníais que haberlo visto, con la hora justa para llegar, la mitad de la cabeza cortada y la otra mitad no. Decidió continuar con una maquinilla de cortar patillas, pero aquello fue peor, porque la máquina se atascaba y se cortaba al cero. Mi buen amigo, un poco apesadumbrado y derrotado por la circunstancia decidió no acudir a la fiesta y quedarse arreglando el desaguisado. Al día siguiente cuando lo vi tenía la cabeza totalmente afeitada. Dice que tardó casi 2 horas, con la dichosa maquinilla de cortar patillas.
La tercera opción es la que ha adoptado el más veterano del grupo, que con taitantos años dice que la única persona que le ha tocado el pelo es su madre y que hasta que no llegue a España que no se corta el pelo. A estas altura de la película parece el rey león.
Como podéis ver, formamos un equipo de lo más variopinto. Y ya os contaré más.

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