La verdad es que en este viaje hemos sido unos pardillos, pues al levantarnos por la mañana fue cuando nos enteramos que para poder disfrutar de la playa teníamos que tener un permiso especial o habernos alojado en un Resort con playa privada que podríamos usar.
Alternativa: disfrutar de las instalaciones de nuestro hotel. Por lo que nos dedicamos a "engullir" el buffet de desayuno como si no hubiéramos comido en nuestra vida.
Luego empleamos nuestro tiempo en usar la piscina y refrescar nuestros magníficos cuerpos, a los que también castigamos un poquito en un baño turco y una sauna que estaban a nuestra disposición.
Hubo quién pensó en lo de masaje para rematar, pero no os confundáis. Aquí no hay exóticas masajistas que te relajen, sino un par de filipinos a los que más valía no darle la espalda.
Al final la verdad es que conseguimos relajarnos y descansar, que en definitiva era de lo que se trataba.
Y todavía no habíamos llegado a la frontera de Bahrein.
Área de descanso del baño turco y la sauna
Disfruté de una bonita mañana en la piscina
Amigo Bridges,Salam aleikum
ResponderEliminarMe alegra verte sufrir menos cada día. Vas por el buen camino de la integración. Inchallah
Un saludo
Aleikum salam Rostam. La verdad es que intento seguir los buenos consejos que he recibido de mis predecesores.
ResponderEliminarPor cierto, me tienes maravillado con tu blog, está super trabajado.